Los bastos son ramas. Ramas pesadas, cortadas
de un árbol aún vivo. Son pesos, cargas, pero también armas. Las espadas son
armas también, pero sirven tanto de ataque como de defensa. Las espadas, a
diferencia de los bastos, son frías como el hielo, pues no tienen sangre dentro
de sí, sino por fuera. Las monedas también son frías, aunque más valiosas que
las espadas. Las monedas brillan, como las espadas, sin embargo el brillo de
las espadas nos ciega durante la batalla, en cambio la de las monedas nos ciega
ante cualquiera decisión. Las monedas se ganan, ya sea como remuneración o como
botín: son un logro. Las copas no brillan, son opacas como los bastos. Pueden tener
sangre, como las espadas. Las copas se ofrecen: ¿te ofrezco una copa? Pueden
contener vino, agua o estar vacías. Las copas se quiebran, como los corazones.
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