Una sombra al otro extremo del puente. Me
abrigué el rostro por la ventisca nocturna, aprovechando de taparme aún más el
rostro. No quería que me reconocieran, menos en el puente. La sombra, estática,
parecía estar esperándome: movió la cabeza de una manera en que podía
interpretar un saludo tanto como una solicitud de ayuda. Ralenticé mi andar, a
ver si se machaba antes que colisionáramos, pero no: estaba decididamente ahí,
por lo que retomé mi ritmo. Ya el sol se escondía tras la cordillera y el
viento nocturno se apoderaba de los escasos rostros del parque, incluido el de
la sombra. A la mitad del puente, miré hacia abajo e imaginé saltar: ¿qué haría
esa sombra si yo saltara inesperadamente del puente? No pensé en hacerlo
realmente, pero lo imaginé. También imaginé devolverme, correr sin advertirlo,
asaltarlo. Imaginé que me robaría, que me violaría, que me mataría. Imaginé que
no era sino una mera sombra sin un cuerpo que la produjese.
Ya
cerca de la sombra, no podía aún distinguir su humanidad, de hecho me parecía
más pequeña silueta que a lo lejos. Podía incluso haber sido la silueta de un
perro grande. Imaginé a un perro así de grande. Miré hacia atrás, imaginando
que en el primer extremo del puente hubiese otra sombra. No la había, pero al
volver a mirar a la sombra que ya estaba a pocos pasos míos, no podía aún
distinguir algo distinto de su aspecto sombrío. Quedando tres pasos para pasar
a su lado, decidí no mirarlo sino de reojo. Pasé rápido a su lado, algo me
susurró, pero no miré. Tres pasos lejos, mi corazón latía rápido, no sé por
qué: no estaba preocupado, ni nervioso. Fueron las ansias de los tres pasos
antes, del decidir cómo comportarme a su lado. De reojo noté que era una mujer,
no un perro. A varios pasos de distancia, miré y seguí allí parada, como
sombra, sin dejar de ser sombra: me di cuenta que no era mujer y que podía ser
un perro, de nuevo. Imaginé devolverme y conversar, conversar sobre lo que
imaginó de mí cuando me vio a lo lejos en el puente, contarle lo que pensé
hacer ante su presencia, conversar sobre el puente y los tres suicidios que habían
ocurrido el último mes. Imaginé conversar.
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