lunes, 24 de noviembre de 2014

Imago, tercer demonio.


Una sombra al otro extremo del puente. Me abrigué el rostro por la ventisca nocturna, aprovechando de taparme aún más el rostro. No quería que me reconocieran, menos en el puente. La sombra, estática, parecía estar esperándome: movió la cabeza de una manera en que podía interpretar un saludo tanto como una solicitud de ayuda. Ralenticé mi andar, a ver si se machaba antes que colisionáramos, pero no: estaba decididamente ahí, por lo que retomé mi ritmo. Ya el sol se escondía tras la cordillera y el viento nocturno se apoderaba de los escasos rostros del parque, incluido el de la sombra. A la mitad del puente, miré hacia abajo e imaginé saltar: ¿qué haría esa sombra si yo saltara inesperadamente del puente? No pensé en hacerlo realmente, pero lo imaginé. También imaginé devolverme, correr sin advertirlo, asaltarlo. Imaginé que me robaría, que me violaría, que me mataría. Imaginé que no era sino una mera sombra sin un cuerpo que la produjese.
            Ya cerca de la sombra, no podía aún distinguir su humanidad, de hecho me parecía más pequeña silueta que a lo lejos. Podía incluso haber sido la silueta de un perro grande. Imaginé a un perro así de grande. Miré hacia atrás, imaginando que en el primer extremo del puente hubiese otra sombra. No la había, pero al volver a mirar a la sombra que ya estaba a pocos pasos míos, no podía aún distinguir algo distinto de su aspecto sombrío. Quedando tres pasos para pasar a su lado, decidí no mirarlo sino de reojo. Pasé rápido a su lado, algo me susurró, pero no miré. Tres pasos lejos, mi corazón latía rápido, no sé por qué: no estaba preocupado, ni nervioso. Fueron las ansias de los tres pasos antes, del decidir cómo comportarme a su lado. De reojo noté que era una mujer, no un perro. A varios pasos de distancia, miré y seguí allí parada, como sombra, sin dejar de ser sombra: me di cuenta que no era mujer y que podía ser un perro, de nuevo. Imaginé devolverme y conversar, conversar sobre lo que imaginó de mí cuando me vio a lo lejos en el puente, contarle lo que pensé hacer ante su presencia, conversar sobre el puente y los tres suicidios que habían ocurrido el último mes. Imaginé conversar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario