El antídoto y el veneno, al mismo tiempo, es un
fármaco. Es lo que contiene lo que nos mata y lo que nos cura, en cierta
medida. La medida es lo que importa. Nos interesa el fármaco porque nos lo
ofrece todo: la vida y la muerte, en mínimas cantidades. Nos ofrece muerte, y
eso nos interesa. El fármaco nos mata y se mata: abre un espacio entre nosotros
y la muerte. Uno puede matarse con fármacos, con los mismos que te salvarían.
Hay
fármacos de todo tipo y colores, para los más diversos pesares. Hay algunos que
son géminis, por ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario