Una
estrella puede iluminar, pero si no es parte de una constelación su luz es tan
débil como un susurro en la oscuridad. Un grito en la oscuridad puede ser
fuerte, pero si nadie contesta tampoco despertará al más asustado de los
animales.
Sólo tenemos oscuridad y silencio,
mas no por eso soledad: los gritos en la oscuridad se responden, la llama que
ilumina se aviva. La oscuridad del sol permite el brillo de las estrellas, el
silencio de los ruidos filtra nuestros susurros.
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